Acuerdo con APR’s de las comunas de Quintero - Puchuncaví
- Aporte de agua desalinizada para APR’s locales
- Apoyo técnico y desarrollo de infraestructura para APR locales
Aumento de Capacidad de la Planta Desalinizadora y Ajustes al Inmisario y Emisario Submarino
Aguas Pacífico está construyendo una planta desalinizadora multipropósito en la comuna de Puchuncaví para producir 1.000 litros de agua dulce para industrias y consumo humano.
Pero, ante un escenario marcado por una de las sequías más importantes en la historia de la zona central del país, Aguas Pacífico identificó una oportunidad para la Región de Valparaíso: Realizar 4 modificaciones en el Proyecto Aconcagua para producir 1.000 litros por segundo adicionales de agua potabilizable.
El objetivo es disponer de una nueva fuente de agua, segura y estable, que permita mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región y habilite múltiples oportunidades de desarrollo.
La construcción se realizará con un impacto acotado. Todas las modificaciones se llevarán a cabo dentro de las instalaciones de Aguas Pacífico, sin intervenir caminos ni rutas, así como tampoco playa ni el borde costero. Las modificaciones al inmisario y emisario se realizan dentro de la concesión marítima vigente.
Utilización de energías renovables certificadas de manera exclusiva.
El diseño incorpora la eficiencia energética en todos los procesos y en el diseño del acueducto.
No emite emisiones a la atmósfera, contribuyendo a la reducción de la huella de carbono y al cuidado del aire que respiramos.
Se aprovecha la fuerza de la gravedad para captar el agua del mar y se mantiene la capacidad de dilución de la salmuera, para garantizar el cuidado y protección de la bahía.
Cero pérdida de biodiversidad, con estrictos planes de reforestación y cuidado de la bahía en materia de salinidad.
Se generarán 400 empleos en la fase de construcción, manteniendo el compromiso de contratación local y regional.
Aguas Pacífico ha desarrollado las ingenierías de las modificaciones y está elaborando un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), para lo cual ha decidido hacer voluntariamente una Participación Ciudadana Temprana (PCT) de ese proyecto con las comunidades, con el objetivo de informar sobre el proyecto, conocer las preocupaciones de la ciudadanía y poder ingresar un EIA en los próximos meses que dé tranquilidad y recoja las diferentes miradas.
Casas abiertas
Las casas abiertas son eventos públicos donde la comunidad puede conocer en detalle el Proyecto Aconcagua. A diferencia de las jornadas puerta a puerta, que son visitas individuales a los hogares, las casas abiertas se realizan en un lugar específico y permiten un diálogo más amplio.
Reuniones de devolución
Las reuniones de devolución son encuentros donde se presentan los resultados del proceso de Participación Ciudadana Temprana, buscando informar, escuchar y generar consenso sobre el proyecto, fortaleciendo así la participación ciudadana y la legitimidad del proceso.
La desalinización es un conjunto de procesos que permiten eliminar las sales minerales disueltas en el agua de mar, convirtiéndola en agua dulce o potabilizable. En el Proyecto Aconcagua, el agua se obtiene de un proceso llamado ósmosis inversa.
La separación de la sal con el agua genera dos subproductos: agua potabilizable y la salmuera. Esta última es posteriormente devuelta al océano. Si bien cuenta con una salinidad mayor al presente en la bahía, al contacto con el mar se dispersa reduciendo sus niveles, adaptándose al ecosistema.
El objetivo del proyecto es aumentar la capacidad de producción de agua desalinizada y con ello aumentar la disponibilidad de agua para la Región de Valparaíso. El valor del proyecto radica en que con muy pocas modificaciones se puede poner a disposición nuevos recursos hídricos para múltiples propósitos: consumo humano e industrial.
El proyecto es sencillo y acotado. Contempla sólo 4 modificaciones al proyecto que actualmente está construyendo Aguas Pacífico. Estas modificaciones se refieren a las siguientes obras:
Los cambios en el inmisario y emisario se realizan desde embarcaciones especializadas y no requieren instalar infraestructura en el mar o en la playa. Del mismo modo, el proyecto no requiere abrir zanjas ni hacer excavaciones de ningún tipo ni en predios privados como tampoco en caminos o bienes nacionales de uso público.
La ampliación de la planta desalinizadora significará un aumento en la capacidad de producción de agua en 1.000 litros por segundo adicionales, lo que significa que aumentará la disponibilidad de agua para la región, tanto para consumo humano como para el desarrollo de actividades productivas.
Los litros por segundo (l/s) adicionales serán un aporte para establecer condiciones de seguridad hídrica en la región de Valparaíso, especialmente para las comunidades y actividades industriales.
Este proyecto tiene escasos impactos ambientales durante su construcción, pues las 4 principales modificaciones se realizarán en las obras que se están construyendo en la actualidad: modificaciones al inmisario y al emisario; cambio de bombas y la ampliación de la planta dentro de los terrenos de la empresa.
Sí, pero esta tendrá la misma concentración de sal que la del proyecto en construcción, dado que no se alterará su capacidad de dilución. Es decir, será devuelta al mar con su misma temperatura y sin aditivos ni químicos.
El monto de inversión de esta segunda fase se estima en USD $400 millones, y se proyecta que durante la construcción se requerirán aproximadamente 400 trabajadores por espacio 3 a 4 años. Sin embargo, se debe tener en cuenta que primero se debe tramitar el Estudio de Impacto Ambiental, obtener la Resolución de Calificación Ambiental y obtener el financiamiento, antes de comenzar la construcción.
Esta nueva fase está en etapa de ingeniería de detalle y en elaboración de su Estudio de Impacto Ambiental (EIA), el que se planea ingresar al Sistema de Evaluación a fines de diciembre de 2024. Se espera que la tramitación ambiental del proyecto se extienda por 2 años, hasta la obtención de la Resolución de Calificación Ambiental. Sólo una vez que se apruebe el EIA y se obtenga el financiamiento, se podrá definir el inicio de la construcción.
Como empresa evaluamos que el impacto de la crisis hídrica, producto de la crisis climática, es muy profundo, particularmente en la región de Valparaíso. Es cierto que el año 2024 fue muy lluvioso, pero no compensa los 14 años de sequía que ha sufrido el país. Es más, el balance hídrico entregado por la DGA – MOP (en septiembre) dice que lo acumulado por lluvia y nieve sólo nos dan un alivio para este verano. Ante este diagnóstico, se evalúan alternativas y vimos la oportunidad de ampliar la capacidad de la planta y creemos que también representa una oportunidad para la región, porque disponer de agua es una condición habilitante para la calidad de vida y el desarrollo de las comunidades.
Con el actual proyecto en construcción se han realizado distintas acciones concretas con comunidades, que serán complementadas por una serie de compromisos sociales que se ejecutarán en la medida que se construya el proyecto de 4 modificaciones.